Si me pregunta, le diré que no soy especialista en el tema de las Células. Antes que pastor o conferencista, soy un cristiano como usted, convencido de que las Células constituyen un instrumento práctico y eficaz para ganar las naciones para Cristo. No hay otro mecanismo que permita, con mayor sencillez y economía, alcanzar a hombres, mujeres, jóvenes y niños que no han tenido un encuentro personal con el amado Hijo de Dios. Por esa razón, porque como cristianos nos movemos con base en la brújula que es la Biblia, le invito para que examinemos algunos textos que nos arrojarán luces y que servirán para que usted comparta esta enseñanza con los líderes que tiene a cargo.

1.- Si recibimos la Salvación, debemos compartir el mensaje a otros. Un instrumento eficaz es enseñando las Buenas Nuevas en las Células (1 Juan 3:16).

a.- En las Células no se ejerce presión al predicar. Simplemente se enseña.

b.- El compromiso con nuestro prójimo en el contexto "unos a otros" aparece 60 veces en el Nuevo Testamento.

2.- Cuando compartimos las Buenas Nuevas de Salvación en una Célula, crecemos en el amor fraternal (Romanos 12:10; Gálatas 5:13).

3.- En las Células aprendemos principios sólidos de vida cristiana, y los compartimos a los nuevos creyentes (Efesios 4:32).

4.- En las Células compartimos tres pilares:

a.- Enseñanza (Colosenses 3:16).

b.- Exhortación (Colosenses 3:16).

c.- Estímulo para el crecimiento personal y espiritual (1 Tesalonicenses 5:11).

1.- Se produce un crecimiento gradual y sólido en el Cuerpo de Cristo a través de las Células (Gálatas 5:22-24).

2.- El crecimiento en las Células se produce a partir de compartir el mensaje que tenga como centro, la obra redentora de Jesucristo. El crecimiento personal y espiritual lo da Dios (Colosenses 2:18, 19).

3.- Compartir la fe, expectativas y sufrimientos, ayuda a quienes asisten a la Célula o la lideran, alcanzar solidez en su vida cristiana, tal como ocurría con los cristianos del primer siglo.

1.- Aprendemos a vivir como esposos, hijos, padres, obreros y patrones cristianos.

2.- Aplicamos las Escrituras a la vida diaria

3.- En la Célula aprendemos a aplicar los principios bíblicos a nuestra cotidianidad.

4.- En la Célula aprendemos a edificar nuestra vida sobre la roca firme y no sobre la arena (Mateo 7:15-29).

1.- El carácter de siervos de Cristo, necesarios para extender la obra, se forja en las Células. Allí nacen y crecen los líderes.

2.- En la Célula ayudamos a los nuevos creyentes a enfrentar las dificultades que puedan surgir a cada paso.

3.- En la Célula materializamos la Gran Comisión de ir y predicar el Evangelio.

Pastores, obreros y líderes debemos conceder especial cuidado de promover y fortalecer las Células porque constituyen una herramienta eficaz para evangelizar a quienes no conocen a Jesucristo como Señor y Salvador. No podemos atribuir este sistema a una denominación o grupo en particular. Nació con la iglesia del primer siglo y, sin duda, se ha fortalecido en la práctica de predicar por las casas. ¿Está dispuesto a asumir ese reto?