Las pruebas tienen dos formas de ser asumidas: la primera, como una comprobación de que todo y todos están contra nosotros, y la segunda, como el instrumento que en muchas ocasiones utiliza Dios para formarnos en todos los ámbitos. Para el pueblo de Israel, el ser probados constituyó una enorme bendición que no podían comprender en el momento, pero que con el paso del tiempo, entendieron los preparaba para entrar en la tierra prometida. Es probable que esté atravesando por momentos difíciles. Comprendemos que amenacen con robarle la paz. Pero recuerde siempre que si somete tales situaciones en manos del Señor, Él es fiel para obrar a su favor, por encima de lo adverso que parezcan las circunstancias.

 1.- Debe haber disposición de corazón para cumplir los mandamientos (v. 1a).

 2.- Los principios trazados por Dios son imperativos y no opcionales (v. 1 b).

 3.- Ser fieles a los mandatos de Dios, trae bendición (v. 16).

    a.- Hay vida. "Para que viváis".

    b.-Hay abundancia. "...y seáis multiplicados..."

    c.- Se reciben las promesas de Dios. "...entréis..."

 4.- Si somos fieles, Dios es fiel a sus promesas (v. 1 c).

 5.- Ser fieles a los principios trazados por Dios, es "andar en el temor de Dios" (v. 6).

 1.- Si estamos en el Plan de Dios, las pruebas tienen un propósito (vv.2, 13).

    1.1.- Pruebas emocionales (v. 2).

      a.- Aflicción. "...para afligirte".

      b.- Pruebas. "Para probarte".

      c.- Para saber lo que hay en el corazón.

      d.- Para conocer si hay disposición de ser fieles a él.

 1.2.- Pruebas circunstanciales (vv.3, 4).

      a.- Hambre. Dios proveyó Maná (v. 3).

      b.- Provisión material. Nunca les faltó salud ni vestido (v.4).

      c.- En las pruebas, crecemos (v. 5 Cf. Deut. 6:1,2).

 1.- Dios preparó al pueblo de Israel para entrar en la tierra prometida (vv.7, .

 2.- Dios bendijo rica y abundantemente a quienes pasaron las pruebas (vv.9, 10).

Las pruebas nos ayudan a crecer, dentro del Plan de Dios, para ser las personas que Él desea que seamos para Su honra y Su gloria. A través de ellas y como haría un hábil artesano, el Creador nos pule. Es cierto que al comienzo no resulta agradable, pero progresivamente lleva a aflorar las enormes potenciales que hay dentro nuestro y, además, nos permite llegar a alcanzar el nivel de cristianos fieles y firmes por encima de las circunstancias que atravesemos.