Un líder conforme a la voluntad de Dios es lo que se necesita hoy en cada ciudad o pueblo. Un hombre o mujer que permanezca firme a los postulados de Jesucristo; que no venda su conciencia; que no le tema al "qué dirán"; que tome conciencia de todos sus pensamientos y acciones y que –antes que la fama y el reconocimiento—tenga claro que el único propósito en su ministerio, es la extensión del Reino de Dios mediante la proclamación del Evangelio transformador de Cristo.

1.- El líder según el plan de Dios consulta con Él todas sus acciones.

2.- El líder según el plan de Dios se esfuerza y camina siempre una milla más (vv.1, 2).

3.- El líder conforme al plan de Dios marca la diferencia (v. 3).

1.- En nuestros errores, los no creyentes encuentran justificación para su actitud (v. 4).

2.- Con nuestras acciones damos testimonio del obrar de Dios (v. 4 b).

3.- Quienes se oponen, buscarán siempre ponernos tropiezo (vv.5-9).

1.- El líder según el plan de Dios no renuncia a sus prácticas de fe (v. 10).

a.- No se deja arrastrar por las corrientes del mundo.

b.- No le teme al qué dirán.

2.- El líder según el plan de Dios enfrenta la maldad con un buen testimonio de vida cristiana (v. 11).

3.- Un líder según el plan de Dios no se amilana ante la intriga y la oposición (vv.12-15).

1.- El líder según el pan de Dios torna práctica la fe (vv.16-18).

2.- El líder según el plan de Dios piensa y se mueve en fe (vv.19-22).

a.- Reconoce a Dios como su capitán.

b.- Tiene claro que Dios no lo dejará abandonado.

El mundo sin Cristo necesita líderes conforme al Plan de Dios, dispuestos a transformar su entorno. Hombres y mujeres que no se amilanen ante la oposición ni las circunstancias adversas. Personas transformadas por el evangelio de Jesucristo que impactan a los demás con su testimonio. Seres que están convencidos de que todo puede ser diferente. ¿Está usted dispuesto a ser ese líder conforme al plan de Dios?