Capítulo ocho
Edificando Puentes
Richard C. Hobbs
Mientras yo testifico, observo que mucha gente quiere venir a Cristo, pero le falta el coraje para entregarse. Es muy importante que yo edifique un puente para ayudarles a que tengan fuerza y se sobrepongan a lo que les desanima para aceptar a Cristo.
Yo estaba testificándole a un hombre joven en Gray Rock, Arkansas, y el tenía un genuino interes de volver a Cristo. No obstante, mientras yo le hablaba, su padre lo estaba viendo y el se sentía muy incómodo para aceptar a Cristo. Yo hice algunos pasos, y el me siguió, hasta que desaparecimos de la vista de su padre, y él se sintió más seguro. Yo cree un mejor ambiente para testificar. Tuve que buscar la forma de hacerlo más fácil para él, para que pudiese volver a Cristo. Este joven re-consagró su vida a Cristo.
En Paris, Arkansas, yo estaba testificándole a tres mujeres en el Parque. Yo sentía que dos de esa mujeres no tenían ninguna relación con Jesucristo. Cuando yo las invite a que recibieran a Cristo, las mujeres se miraron unas a otras, pero no querían reconocer que ambas estaban lejos de Cristo. Era tiempo, que yo tenía que ayudarles a que aceptaran a Cristo. Yo dije: "Tomémonos de las manos, y permítanme que yo las dirija en una oración". Yo les dije que repitieran la oración a su modo, y las guié en la oración del pecador que se arrepiente. Y les pregunté: “¿Quien oró esta oración conmigo y entiende que ha vuelto a Cristo?" Nuevamente, ellas volvieron a mirarse a sí mismas, pero ninguna contestó mi pregunta. Yo dije: "¿Ustedes dos, han vuelto a Cristo, no es verdad?" Ellas lo admitieron, e inmediatamente pude ver algunas lágrimas caer de sus ojos. Esta fue la primera vez que pude ver que las personas necesitan un poco de ayuda para expresar sus decisiones, y necesitan un puente que las ayude para recibir a Cristo. Todos nosotros tenemos diferentes emociones, y necesitamos hacer lo que esté a nuestro alcance para ayudar a alguien a que acepte a Cristo. Debemos ayudarles a que se sobrepongan al orgullo y encuentren a Cristo.
También, cuando yo estoy testificando, siempre hago la invitación para que las personas acepten a Cristo. Yo he hecho esta invitación, simplemente diciendo: "¿Usted quisiera orar conmigo para aceptar a Cristo?" Muchos me contestan, que no porque no saben como orar y temen hacerlo mal con sus propias palabras. A veces, ellos no entienden lo que les estoy pidiendo que hagan. Yo trato, de ser lo más claro posible y ayudarlos para que puedan aceptar a Cristo. Nuevamente, el puente que nosotros podemos establecer, los puede ayudar a que respondan favorablemente. Yo me he llegado a dar cuenta que algunas personas quieren aceptar a Cristo con todo su corazón, pero no saben cómo hacerlo. Por eso, yo les digo a las personas: "Si usted quiere aceptar a Cristo, tome mi mano". Yo me acerco a ellos, y les extiendo mi mano, y les digo:, "Yo voy a orar, y usted me puede seguir en esta oración para invitar a Cristo a entrar a su corazón”. Ayudar a otros a orar, es un puente importante para que otros acepten a Cristo.
Yo me senté al lado de un linyera en Tulsa, Oklahoma, para estar más cerca de él, y no tener que mirarlo hacía abajo. Por estar más cerca de él, yo me podía identificar con él, y de esa manera establecer un puente hacia él, para presentarle a Cristo. El se sintió cómodo conmigo, y comenzamos a tener un amigable conversación. Después de unos minutos, yo cambie mi conversación para comenzar a hablar de Cristo. El hombre inmediatamente aceptó a Cristo, y se convirtió en mi amigo. Morris es su nombre, yo lo puse en mi diario y lo recuerdo siempre. Es tan importante aprender a cómo identificarse con aquellos a quienes les hablamos de Cristo y crear buenas oportunidades para que ellos lo acepten.
Las técnicas para establecer puentes, las podemos ver en los cultos de las iglesias. Cuando el pastor invita a la gente a aceptar a Cristo, les pide a todos que cierren sus ojos y aquellos que lo aceptaron que levanten su mano. Este método es similar al que nosotros usamos en la calle. Aunque las técnicas varían, la idea es la misma. Tratamos de hacer que las personas se sientan cómodas para aceptar a Cristo. En la iglesia, el pastor les pide que levanten su mano, y en la calle nosotros le pedimos que extiendan su mano.
Aunque las técnicas son útiles e importantes, lo más importante es que el Espíritu Santo le de a la persona el coraje y la convicción para aceptar a Cristo. Todos nosotros recordamos cuando llegamos a Cristo. Podemos recordar la convicción que sentimos y el coraje que tuvimos para responder. El puente más importante para llegar a Cristo lo proporciona la persona del Espíritu Santo.
Lección Ocho
Grupo de Discusión
- Converse sobre el concepto de establecer Puente para ganar a los perdidos. De ejemplos, de cómo algunos respondieron al evangelio después que usted estableció un puente para hacerlos sentir más cómodos.
Estudio Bíblico
- Aunque el hombre no podía entrar en el agua por sí mismo en el Estanque de Betesda, para encontrar sanidad, Jesús vino hacía él y le dio sanidad (Juan 5).
Tareas Opcionales
La próxima vez que usted testifique, diga claramente: "Si usted quiere aceptar a Cristo, yo puedo orar, y usted repite junto conmigo la oración, para aceptarlo”. También, extienda su mano y diga: "Si usted quiere aceptarlo, tome mi mano y repita conmigo esta oración". Esta simple técnica establecerá un puente y hará el momento más fácil para quien está tomando la decisión por Cristo.
Capítulo Nueve
Oración Preparatoria
A veces, cuando testificamos a Cristo, encontramos personas que rechazan nuestro testimonio. Yo he visto a varias personas que no recibieron a Cristo, después que les hablé del evangelio, y le pregunté a Dios sobre este tema. Yo le dije: "¿Señor, dónde estuvo el error? ¿Por qué esa gente no fue salva?" El Señor me contestó: "Porque no oraste por ellos". Yo me di cuenta que no había escuchado a Dios, y ni siquiera esperé para hacer la oración de entrega, porque me fui a hablarle a otra persona de Cristo. Yo quería ver a muchas personas venir a Cristo. Algunas veces, los que se han apartado de Dios, se endurecen, y no escuchan las Escrituras ni a Dios. Otras veces, las personas están influenciadas por el enemigo. No obstante, yo les ofrezco hacer una oración antes de compartir las Escrituras. Yo llamo a esta oración, la “Oración Preparatoria".
Dios me mostró que si yo tenía una oración con las personas, sería más fácil para el Espíritu Santo llegar a sus corazones. La oración preparatoria es un pedido para al aplicación de la sangre de Jesús sobre sus corazones. A través de la oración, Dios hará que el enemigo sea atado y no interrumpa el tiempo de testimonio. En la oración, nosotros le pedidos a Dios que el Espíritu Santo haga claras mis palabras, para que la persona las entiendan. Solo el Espíritu Santo hará que las palabras penetren profundamente en los corazones. También, ellos ahora esperan que nosotros compartamos algo con ellos, antes que se vayan. Ultimamente, nosotros le mencionamos que ellos podrían tener langa vida y buena salud como se menciona en el Salmo 91:16. Ciertamente usted oiría a cualquiera que quisiera orar por usted, para que tenga larga vida y buena salud. También, nosotros usamos el poder del acuerdo con la persona. Cuando usted se pone de acuerdo con una persona en oración, prepara el terreno para un milagro en la vida de esa persona. En la Escritura a continuación, podemos ver el poder de la oración que ata al enemigo en el versículo 18, y sobre el poder del acuerdo en oración en el versículo 19. El Señor prometió estar presente, como dice el versículo 20, cuando estamos unidos en Su nombre.
Mateo 18
18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren , les será hecho por mi Padre que está en los cielos,
20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Yo he dado ejemplo tras ejemplo donde la gente rechazaba mi testimonio inicial, pero cuando oraba con ellos la “oración preparatoria”, ellos después terminaban aceptando a Cristo. Mientras usted ora, es una buena oportunidad para abrazar a las personas, o tomar sus manos si fuere apropiado. Yo creo que el toque afectivo, puede abrir caminos espirituales. No obstante, hay que tener mucho cuidado con el toque, ya que podemos ser malinterpretados.
Las personas, en el mismo momento del testimonio, pueden sentir el amor de Dios y el fluir de Su unción a través de sus corazones. Yo oro una oración similar a la siguiente:
"Padre en el nombre de Jesús, nosotros te pedimos que toque sus vidas y la sangre de Jesús bañe sus corazones. Padre, dales entendimiento para que entiendan las palabras que les voy a decir, y ayúdales a conocerte personalmente. Señor, es nuestra oración que el Espíritu Santo les traiga convicción de pecado y que tu los colmes a raudales con tu misericordia, y Señor, dales larga vida y salud para seguirte a ti en todos los días de su vida. Oramos en el nombre de Jesús, Amen".
Después de la oración, yo les leo Romanos 10:8-10 y los invito a uno por uno a que acepten a Cristo. Yo siento que la primera oración hace la diferencia. Si me encuentro en una zona fea de la ciudad, a menudo comienzo a testificar usando mi oración preparatoria. Cuando me acerco a las personas, y me presento, generalmente digo: "Me permite orar para pedirle a Dios que lo bendiga". Si ellos me permiten orar, extiendo una mano y la apoyo sobre sus espaldas. La mayoría de las personas aceptan, y me permiten orar por ellos.
Yo recuerdo la primera vez que use la oración preparatoria. Yo estaba visitando a la madre de un amigo que se encontraba con una enfermedad terminal. Era imperativo que aceptara a Cristo, ya que no se sabía si viviría al otro día. Sus familiares y algunos amigos intentaron compartir a Cristo con ella, pero ella no quiso orar con ellos. Yo me acerqué al lado de su cama y estaba a punto de invitarla a aceptar a Cristo, pero Dios quería que yo orara por ella antes. Yo ore brevemente, y le extendí la invitación. Para sorpresa de todos, ella tomó mi mano y me siguió en la oración invitando a Jesús a entrar a su corazón. Ese día, disfrutamos en plenitud la presencia del Espíritu Santo, y ella fue salva. Aunque, ella partió de esta tierra con su enfermedad, lo hizo con Cristo. Ella fue, el primer fruto de miles que vendrían a conocer a Cristo, después de mi oración preparatoria. Deje que Dios toque las vidas de las personas por las cuál usted ora la “oración preparatoria”.
Lección Nueve
Grupo de Discusión
- Converse sobre la oración preparatoria y cómo ésta puede ser beneficiosa para el proceso de testificar de Cristo..
Estudio Bíblico
- Como testigos, necesitamos tener un tiempo de preparación en nuestra propia vida. Este es el tiempo en que le pedimos perdón a Dios por nuestros pecados, para que no interfieran en nuestras oraciones por otros. Este es el tiempo para que profundizar nuestra relación con Cristo.
1º Cor. 1:12; 4:1; Fil. 3:13-15; Col. 1:23-29; 2 Tes. 2:8-12; 1º Tim. 4-6; 2º Tim. 2:1-4; 2:3-8; 2:24-26; 4:1-5; Heb. 12:1-4; Stgo. 1:1-27; 4:6-10
Tareas
- Practique guiar a alguien a Cristo usando la oración preparatoria.