evangelio mundial
  Cómo Testificar
 

Capítulo Cinco

¿Cómo testificar?

Richard C. Hobbs

Yo he visto muchas formas de testificar y muchos libros sobre el tema. Muchas de esta enseñanzas están basadas en cómo guiar a alguien a Cristo. Nosotros preferimos enseñar sobre la persona del Espíritu Santo y las Escrituras sobre el evangelismo, que fórmulas y métodos para ganar a los perdidos. El método más poderoso para dar testimonio es dejar que fluya a través nuestro el amor de Dios a los perdidos. La gente en la calle o con quienes nos encontramos puerta a puerta, pueden darse cuenta inmediatamente de esto. Ellos se dan cuenta si usted es genuino o no. Recuerde, primero haga amigos y después comparta el evangelio.

Su testimonio será más fructífero si usted puede llegar al corazón de la persona a la cual le está dando testimonio. Yo trato de oír a la persona. Permita que ellos hablen todo lo que quieran. Trate de conocer el corazón de las personas. De lo que abunda en su corazón habla la boca. Si los oímos con atención, podemos descubrir quienes son. Hemos descubierto a muchas gente herida que se alejó de la religión. No trate de saltar de la conversación e interrumpirlo. Déjeles compartir con usted todo lo que los ha herido. Escuche con gran sensibilidad todo lo que las personas dicen. Tal vez usted sea la única persona con quienes ellos se abren. Al oírlos con atención dígales, que esa es la razón por la cuál usted esta en las calles. La gente entenderá que usted puede ayudarlos. Tome tiempo suficiente con cada persona que comparta. No piense sobre el tiempo, ni sobre cualquier otra cosa. Dele a cada persona toda su atención. Recuerde que Jesús no nos mandó a hacer decisiones, sino discípulos. Ellos son la razón por la cual usted sale a las calles. Ahora, cuando usted hable, usted hablará de corazón a corazón. Entonces el amor de Dios se manifestará y penetrará sus corazón.  Cuando usted comparta las Escrituras con ellos, no lea. Trate de que ellos vean que usted está viviendo las Escrituras. Lea el texto bíblico como si fuera la primera vez que lo lea y escúchelo como si fuera la primera vez que lo oye. Cuando usted ore la “oración del pecador”, ore con la misma compasión y emoción como si fuera la primera vez que usted la ora. Si usted abre su corazón mientras da testimonio de Cristo, el Espíritu Santo lo usará con poder. Cuando usted testifique, El le dará las palabras oportunas para cada persona.

Nuestro más simple y efectivo ejemplo viene del libro de Hechos.

Felipe fue guiado por el Espíritu Santo a hablarle a un etíope a quien guió a Cristo y también a ser bautizado por agua Mi forma de dar testimonio en la calle sigue un simple patrón. Si, las palabras y los ambientes pueden cambiar pero el método no. Nosotros debemos dejarnos guiar por el Espíritu Santo, usando las Escrituras y explicándola a los perdidos, y haciendo las preguntas. También, debemos compartir sobre el bautismo en agua y la nueva vida que van a experimentar por entregarse a Cristo.

Ore para que el Espíritu Santo lo guíe
Hechos 8
26
 ”Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.  29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. 

Compartiendo el testimonio
30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?

31 El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.

Use la Palabra de Dios
35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.

Haga preguntas
37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.

Bautismo en agua
38 Y mandó para el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.

Guíelos en oración y hábleles sobre el bautismo en Agua.

Debemos emocionarnos por poder testificar con audacia, y tomarlo como algo normal, aunque el mundo lo vea anormal. El testimonio debe estar motivado por lo que hay en nuestro interior. Quien ha sido llamado a ser un testimonio viviente de Cristo, debe ser capaz de ser un buen ejemplo de Cristo. Hay mucha gente que está observando su vida. Yo le estaba testificando a un hombre de 83 años y él me dijo algo interesante. El me dijo que la única Biblia que él lee es la vida de las personas. El observa sus vidas para ver si practican el evangelio.  Según él, no encontró a nadie que fuera un buen ejemplo de Cristo. No obstante, el se notaba un poco triste por saber que había pocos que fueran ejemplo de Cristo en el mundo. Este hombre aceptó a Cristo como su Señor y después compartí la Escritura con él. No parecía que fuera nuestra vida lo que le causó buena impresión como para aceptar a Cristo, pero si la lectura de la Palabra. Yo creo que todas las personas que intentaron testificar para este hombre esgrimieron argumentos que no mostraban con sus vidas. Es muy triste que este hombre no haya encontrado un buen ejemplo de Cristo a lo largo de sus años. Permita que su amor a Dios fluya y otros lo puedan ver. No deje que el espíritu del mundo  controle su testimonio, hable desde su corazón. Cuando nosotros encontramos a éste hombre, él se encontraba buscando en basura las latas de aluminio. Sus ropas y manos estaban sucias, pero igual le extendimos nuestras manos y también nuestro corazón. Permita que Dios pueda amar a través suyo.

La voluntad de Dios es que todos sean salvos. Yo pienso a veces que quienes saben demasiado para ser salvos, saben demasiado para testificar. La seguridad que encontramos en las Escrituras sobre la salvación, es a veces la misma que encontramos para presentar el evangelio. NO obstante, cuando vemos a algunas personas y sus circunstancias, nos preguntamos si Dios realmente las puede salvar. Y la respuesta es, sí puede salvar a cualquiera y nos quiere usar a nosotros. Por eso es muy importante que no discutamos sobre religión, sino que simplemente seamos testigos de la verdad. Testificar no es un plan, sino hablar de la persona de Cristo. No es un método lo que salva, sino el mensaje. Jesús es el camino, la verdad, y la vida. Confiemos más en la acción del Espíritu Santo que en nuestras técnicas.

Para conocer a Jesús usted debe arrepentirse, creer. Nuestro énfasis y foco debe ser Cristo. Por eso es muy importante que cuando testificamos usemos la palabra de Dios.  Tome la Biblia con usted cada vez que salga a testificar, así lo identifican con un seguidor de Jesús. Las personas se convencen por la palabra de Dios. Usted debe mostrarle a quien le está testificando los versículos en la Biblia para que la persona pueda leer la palabra de Dios. Esté familiarizado con los versículos para usarlos cuando sea apropiado.  Tenga la palabra de Dios con usted todo el tiempo. Cuando usted no tiene la Biblia con usted, eso indica que usted no piensa que la necesitará. En cambio, cuando usted la lleva, usted está preparado para ser usado por Dios.

Si alguien le dice que no cree en la Biblia, usted actúe como si no lo hubiese escuchado y continúe leyendo. Si alguno dice que no cree en la Palabra, usted diga:  "Entonces, no le herirá que usted la oiga" Si ellos continúan diciendo que no creen en la Palabra, diga: "¿Qué cree sobre lo que dice Romanos 6:23. Usted no cree que sea verdad?" Lea la escritura y explique con sus propias palabras el regalo de la salvación, y que el infierno es un lugar real, y que no sería mucha molestia si ora para darle la oportunidad a Dios de mostrarse real.

Romanos 6
23
 “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eternal en Cristo Jesús Señor nuestro”.

Rápidamente usted verá que ellos estarán hablando de la palabra de Dios con usted. Siempre recuerde que usted no los está convenciendo a ellos, sino que es el Espíritu Santo. Que no son sus palabras, sino las palabras del Espíritu Santo. Si ellos quieren argumentar con usted, déjelos que lo hagan, y luego simplemente use la Palabra y permanezca con el mensaje de la cruz y de la palabra de Dios.  Usted debe tener un solo propósito, compartir a Cristo usando la palabra de Dios. No se desvíe. Simplemente comparta a Cristo. No defienda a su iglesia, solamente hable de Jesús. Dios puede producir el nuevo nacimiento a partir de las Escrituras que usted comparte desde su corazón.

Nuestro testimonio debe ser consistente, y debemos establecer un patrón de testimonio todo el tiempo.  Yo voy a testificar casi todos los fines de semanas lo sienta o no. Cada vez que yo comienzo a testificar, me siento con mucho gozo de haber venido. Siempre pienso, cuando alguien acepta a Cristo, que hubiera pasado si yo no hubiese venido. Algunas veces, sembramos la semilla, y otras la cosechamos. Nosotros podemos ser efectivos testigos y plantar, cultivar, y cosechar al mismo tiempo. Si, nosotros nos encontramos en los tiempos en que el Espíritu Santo está cosechando como la Biblia nos enseña. 

Amos 9
13
 “He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán”.

Para ser testigos eficaces nosotros debemos extender la invitación, invitando a otros a que acepten a Cristo. Necesitamos desarrollar una actitud de evangelistas, y tomar conciencia que Dios quiere salvar y de echo lo quiere hacer por intermedio nuestro. También, un testigo eficiente debe mostrar amor a todos. Debemos testificar haciendo razonar a las personas, y no confrontándolas.  Considere la actitud de Jesús cada vez que testifique de El. Su testimonio de vida nunca será más fuerte que su propia vida en Cristo.

Nunca debemos esperar por una circunstancia especial para testificar, pues tal vez esta nunca se de. Simplemente esté dispuesto y tenga compasión por los perdidos.  Algunas veces, yo debo crear el ambiente para testificar. Esto significa que si yo estoy en un lugar inapropiado para testificar, con mucho respeto, le pido a la persona que me acompañe a otro lugar, donde yo pueda hablarle más cómodo.  Cuando alguien quiera discutir con usted, trate de responderle con tranquilidad y mantenga un nivel de vos agradable, entonces ellos disminuirán su volumen de vos. Nosotros debemos mantenernos en espíritu a la par que oramos cuando testificamos. No existe ningún reemplazo para la oración. 

A continuación vemos algunas de las cosas más comunes que no debemos olvidar cuando damos testimonio de Cristo en las calles. 

Hágalo

Pregúntele si ellos quieren recibir a Cristo.
Trate de respetar la propiedad cada vez que vaya de puerta en puerta.
Invítelos a venir a la iglesia.
Inmediatamente involúcrelos en el proceso de consolidación de nuevos creyentes.
Conduzca su vehículo como un verdadero testigo de Cristo, respetando las señales de tránsito.
No vaya nunca en contramano. 
Siga la guía del Espíritu Santo.
Invítelos a orar con usted en vos alta, la oración del pecador que se arrepiente.
Use la Biblia cuando testifica.
A medida que vaya de puerta en puerta ore y pida que Dios lo ayude y esté con usted.
Camine en oración por la zona dónde usted quiere testificar de Cristo.

No lo haga

No se arriesgue.
No repita con nadie lo que le han contado en confidencia.
No discuta sobre religión.
No se confronte con otros.
No critique a nadie.
No diga algo que pueda ser mal interpretado.
No sea curioso.
Sea prudente con el uso del tiempo.
No se estacione en salidas de vehículos.

Lección Cinco

Grupo de Discusión

  1. Analice el testimonio del Espíritu Santo a través de Felipe con el etiope eunuco (Hechos 8:26-37).
  2. Comparta lo que sintió cuando usted entregó su vida a Cristo.  
  3. Reflexione sobre las cosas que no se debe hacer cuando uno está testificando de Cristo. 

Estudio Bíblico

  1. Ubique los numerosos pasajes de la Escrituras que nos hablan de la seguridad de salvación en Cristo. (Colosenses 2:2-7, Hebreos 10:22-23, 2º Timoteo 1:12, 1º Juan 3:19-21, 1º Juan 5:10, Efesios 3:12, 1 Juan 3:14).

Tareas

  1. Repase en una sección práctica el camino de la salvación con alguien que ya es salvo.
  2. Pídale al Espíritu Santo que lo guíe a alguien que está perdido y que prepare su corazón para que reciba a Cristo (Lleve material para evangelizar con usted siempre).

Richard C. Hobbs, Evangelist Mercy Street Ministries, http://www.mercystreet.com/espanol/1.html


 
 
   
 
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