Capítulo siete
El retraso del corazón
Richard C. Hobbs
Entendiendo más sobre cómo testificar, hará de nosotros mejores testigos. Yo he dado testimonio a tantas personas individualmente, que me di cuenta de algo, que llamaré “retraso del corazón”. El Señor trata con todos nosotros de manera diferente, y debemos reconocer que nuestros corazones son todos diferentes.. Me di cuenta que con quienes he invertido más tiempo, tuve resultados muy interesantes. Muchos que habían dicho que ya habían aceptado a Cristo, y otros que dijeron no estar interesados, fueron tocados por el Espíritu Santo y Dios comenzó a tratar con sus corazones. A veces, esas respuestas me sorprendieron, y me di cuenta, que el Espíritu Santo necesita más tiempo con algunas personas que con otras. Por eso es tan importante sembrar la palabra de Dios en los corazones de las personas y esperar que surta su efecto en ellas.
1º Pedro 1
23 Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
24 Porque: Toda carne es como hierba, y toda la Gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae;
25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.
La demora tiene un propósito. Es como una semilla que crece y al mismo tiempo, se está desatando una guerra en el alma de la persona.. A eso llamo, retraso del corazón. Esto es, cuando el mundo trata de estrangular la Palabra, y nosotros tenemos que darle tiempo para que sea una semilla.
Marcos 4
18 Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra,
19 Pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
20 Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a setenta, y a ciento por uno.
En un día de mucho frío, un pastor y yo salimos a testificar por una hora. Me di cuenta que el estaba gozoso de ir de puerta en puerta, pero decidimos volver al mismo Parque, donde yo había estado antes.. Vimos a varios niños jugando al Básquet. Atravesamos todo el Parque y fuimos directamente hacia los niños con algunos tratados evangelisticos. Le pregunté si habían recibido a Cristo, y me contestaron que “si”. Y fui más allá, y les pregunté si habían hecho la oración para entregar el corazón a Jesús y me contestaron que “no”, Un jovencito que estaba reacio a dar su corazón para el Señor, cuando yo tomé su mano y me uní con el pastor en oración, algo sucedió en él. Notamos que comenzó a llorar, y parecía estar bajo un tremendo toque del Espíritu Santo. El pastor le preguntó si quería entregar su corazón a Cristo, y el dijo: “Sí”. Ambos jóvenes aceptaron a Cristo. Fue un maravilloso día de testimonio. Yo recuerdo ese día y me lleno de esperanzas por ganar más almas para Cristo.
Varios meses después, un diácono de mi iglesia y yo, volvimos a ese Parque a testificar. Nos encontramos con un jovencito de 11 años que había aceptado a Cristo conmigo, y tenía mucha convicción de su salvación, dada por el Espíritu Santo. El estaba jugando al Básquet en la misma cancha donde yo le había hablado antes. Yo recordaba bien a este jovencito, ya que sucedió algo con él cuando le hablamos con el pastor ese día.
Esto joven nos contó la historia con sus propias palabras. Tenía un puro y poderoso testimonio. Nos contó como había aceptado a Cristo ese día, y que ahora tenía nuevos amigos. No parecía que él había escogido a sus nuevos amigos, pero si que ellos lo habían elegido a él. El Señor le había preparado a sus nuevos amigos. Yo le dije que me acordaba bien de él, cuando con el pastor le estaban hablando a otro jovencito. También le dije que lo recordaba cuando lloró. Y extendió su mano para después aceptar a Cristo. El nos contó que Dios le habló ese día profundamente que tenía que aceptar a Cristo y entregar su vida a El. Fue muy interesante escuchar a este joven relatar su salvación con sus propias palabras. Puedo asegurar que Dios estaba en esa cancha ese día por medio del Espíritu Santo.
Le dimos, un brazalete y le explicamos lo que significaba. Estoy seguro que Dios acorraló a ese joven ese día en la cancha y por el poder del Espíritu Santo lo salvó. Fue muy emocionante ver como Dios lo tocaba cuando nosotros orábamos por otra persona.
El fruto permanece y el jovencito fue transformado. Así sucede también, con todos los que conocen a Cristo en las calles, Dios los guarda del maligno.
Después pensé que el poder del Espíritu Santo tocó más Roberto que a su amigo. Debemos ser sensibles a la acción del Espíritu Santo y permitirle que tome su tiempo para tocar el corazón de aquellos a quienes les hablamos. Necesitamos tomar el tiempo suficiente con cada persona a quienes le hablamos de Cristo, y no estar distraídos con ninguna otra cosas. ¿Hemos perdido oportunidad de ganar a otros para Cristo por esperar una respuesta inmediata? Cuando yo veo personas que aceptan a Cristo en cuestión de seis segundos, me preparo para aquellos casos que pueden llevarme mucho más tiempo.
Salmo 25
2 Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.
3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad, y enséñame, En ti he esperado todo el día.
6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias., que son perpetuas.
7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes, conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.,
En otra ocasión, yo me encontré con una joven mujer en Tulsa, Oklahoma, su nombre era Candy. Ella estaba sentada en el lugar de pasajeros en una vieja camioneta roja.. Compartimos con ella sobre Cristo, y yo le hice La Pregunta a la vez que ponía mi mano en el borde de la ventana.. Ella miró mi mano, y por alguna razón, comenzó a temblar. Cuando era una niña, Candy había estado muy involucrada con el pecado, y le era muy difícil tomar una decisión. Era muy triste ver, como ella no podía tomar una decisión de aceptar a Cristo.
Su madre volvió a la camioneta, y yo me dirigí a ella, al mismo tiempo que sacaba mi mano sobre la camioneta.. La madre me dijo que ambas eran cristianas. Yo le dije a la madre que Candy no había tomado la decisión de entregarse a Cristo, y por lo tanto, todavía estaba perdida, y que debía orar para que Candy aceptara a Cristo. Su madre comenzó a llorar, y nosotros debimos esperas como diez minutos, hasta que finalmente. Ella pareció tomar fuerzas y tomó mi mano. Candy también tocó mi mano y fue muy bueno esperar todo ese tiempo, para que ella aceptara a Cristo. Yo estaba muy emocionado, por ver a Candy nacer de nuevo. Fue el retraso del corazón de Candy que usó el Espíritu Santo para trabajar en su alma. Ese día, Candy hizo una decisión para siempre por Cristo. ¿Fue algo inusual llevar a los pies de Cristo a una persona que esperaba en su camioneta? ¿Tendría que haber esperado a que ella viniese a la iglesia para recién hablarle de Cristo? ¿Ella tendría que haber tenido el coraje para hacerlo? ¡Solamente Dios sabe todas las cosas!
En la Biblia, nosotros podemos ver muchos ejemplos de cómo la demora es útil en la vida de un individuo. Nosotros podemos ver la respuesta a la oración de Daniel, demoró veintiún días.
Daniel 10
12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de sus palabras yo he venido.
13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
Mientras que la respuesta del Señor fue de inmediato, parece que fuerzas espirituales malignas, demoraron la respuesta a la oración de Daniel. A menudo, vemos esto en la vida de aquellos, a quienes les hablamos, luchan por decidir por Cristo, y lo que tienen que hacer esa misma noche o en esa semana. Solo el Espíritu Santo, causa, que las personas resuelvan el pecado en sus vidas y acepten a Cristo.
Salmos 130
5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; en su palabra he esperado.
6 Mi alma espera a Jehová más que los centinelas a la mañana, más que los vigilantes a la mañana.
Lección Siete
Grupo de Discusión
- Reflexione sobre el concepto de “demora del corazón”. Considere ejemplos de personas que demoraron en tomar las decisiones delante del altar, y relaciónelas con su experiencia de testificar en la calles.
Estudio Bíblico
- Estudie en las Escrituras los ejemplos donde Cristo espera a que la gente responda a Su mensaje. Por ejemplo, el de la mujer samaritana en Juan 4:7-26
Tarea Opcional
- La próxima vez que usted esté testificando a alguien, tome su tiempo con la persona. Observe la demora del corazón.