evangelio mundial
  El Lugar.
 

Personas y Lugares

Richard C. Hobbs

Encontrar a alguien para testificarle de Cristo no es problema, ya que por todas partes hay gente perdida. En cualquier parte, para testificar, es lo mismo. El Espíritu Santo trae convicción de pecado y las personas aceptan a Cristo. Ore y vea dónde usted debe dar testimonio. Yo le recomendaría que usted intente varios tipos de lugares. Plazas, escuelas, casas, edificios, centros comerciales, restaurantes, y todo tipo de lugar es excelente para testificar. Usted puede ser sorprendido por mucha gente en esos lugares que quiere aceptar a Cristo. 

Una manera excelente de hacer que usted se sienta cómodo testificando en ciertas áreas, es visitarlas anteriormente. Recórralas en oración, a medida que las visita. Yo invierto mucho tiempo en auto y caminando por esas áreas pobres, hasta que las conozco y me siento cómodo.  A veces, cambio mi ruta para pasar varias veces por una zona, hasta que se torna familiar. El Señor me guió a hacer esto, y he podido notar que ha sido de mucha ayuda para mi. A medida que usted conduce y camina por esas áreas, observará muchas necesidades y orará por ellas. Ore por aquellos que todavía no pueden orar por sí mismos. Haga familiar los lugares desconocidos. 

Evangelización puerta a puerta

A veces salgo con más gente de la que entreno a hacer evangelismo puerta a puerta en los lugares donde están ubicadas las iglesias que me invitan. El evangelismo puerta a puerta es una de las más difíciles formas de evangelizar. No obstante, produce decisiones por Cristo, a la par que la iglesia es conocida en la comunidad. Asegúrese de que no sea mucha gente la que vaya a golpear una sola puerta. Distribúyanse para ir en varios grupos y combinen la hora y el lugar para encontrarse al finalizar. Algunas puertas tal vez no se abran cuando usted golpee, y otros a lo mejor se sienten molestos por su llegada a sus casas, porque interrumpe su intimidad. Esta es una pequeña molestia, al testificar puerta por puerta. No obstante, yo recomiendo que usted aprenda a dar testimonio puerta a puerta. Usted verá almas que se salvan y familias enteras venir a Cristo, que de otra manera, nunca vendrían a la iglesia. También, asegúrese y recuerde de guiar a las personas al Bautismo e invítelos a asistir a la iglesia.

Usted también podrá, hablar con muchos cristianos, a medida que conozca el vecindario puerta por puerta. Trate de no influenciarlos para que dejen sus iglesia para ir a la suya, a menos que ya no se estén congregando en ninguna. Nuestro principal esfuerza debe ser ganar gente nueva y no sacar miembros de otras iglesias. Yo solamente quiero ver a las personas, involucradas en las iglesias, a las cuales Dios las llama. Esto es mucho más importante, que las personas asistan a cualquier iglesia. Este tipo de respeto y unidad con otras iglesias, produce un beneficio espiritual para toda la comunidad que usted está evangelizando. Muy a menudo, algunas personas critican a algunas iglesias, y los que están testificando, en vez de ayudar a la reconciliación se unen a la crítica para después invitarlos a visitar sus propias iglesias. No pierda su enfoque en los perdidos y en los que no asisten a ninguna iglesia. Esté seguro y mantenga un informe detallado de las casas visitadas y lo que aprendió de sus visitas. Usted podrá usar ese informe para volver a visitar en el barrio a las personas que aceptaron a Cristo.

Una tarde, nosotros estábamos visitando puerta a puerta en una ciudad, cuando vimos a un hombre Laosiano en su patio regando su césped. Algunos de nosotros nos acercamos a él, y comenzamos a hablar.  Nosotros estábamos tan agradecidos a Dios, que él podía entender Inglés. El estaba profundamente influenciado por las religiones orientales y no entendía nada de lo que le estábamos diciendo. De repente, vi a un viejo perro que estaba cruzando la calle, y le pregunte: "usted ve aquel perro? Si un auto lo pisa, morirá para siempre. No obstante, si usted corre y lo agarra a tiempo, tal vez no sea el fin de su vida. Nosotros fuimos creados para vivir siempre. El hombre respondió: "¡Yo lo sabía, yo lo sabía que éramos más que los perros. Yo lo sabía, yo lo sabía!”. 

Yo fui a explicarle que Dios había escrito un libro llamado “la Biblia”  y de repente, el la tomó de mi mano y comenzó a leer. El se sentó y comenzó a leer los versículos que yo le había mostrado antes. Por primera vez en su vida, el había encontrado lo que estaba buscando. El encontró esperanza. Ese día, en su mismo patio, nosotros lo guiamos a Cristo. Yo estaba muy emocionado por ver su expresión, cuando le dije que él viviría para siempre en un lugar llamado el cielo. 

Nosotros seguimos testificando en esa calle puerta por puerta, y contactamos a muchas personas.  Nosotros testificamos por varias horas y después al volver a la iglesia, decidimos pasar de nuevo por la casa de este hombre. El todavía. estaba sentado en su patio leyendo su nueva Biblia. Podemos ver, cómo Dios, a veces, trabaja profundamente en algunas personas. Y no fue que nuestro día de testimonio, haya sido dinámico o especial, sino que la verdad básica del evangelio fue compartida, y Dios habló al corazón e hizo que esta persona escuchara con atención. El pudo encontrar esperanza y una oportunidad de leer las palabras de Su Creador y conocer qué clase de vida podía vivir en Cristo.

Restaurante de Comida Rápida

Testificar en una restaurante de comida rápida, puede ser emocionante y explosivo. Cuando testificamos en restaurantes, podemos ver a dos o más personas aceptar a Cristo al mismo tiempo. Usted necesita ser amable, evitar todo tipo de debate e insistencia. Si usted es insistente o molesta a la gente, lo pueden insultar o hacer que lo echen. Es conveniente comprar algo antes de comenzar a testificar. Como clientes, nosotros tenemos derecho de estar allí. Mucha gente, tiene más interés en los materiales que le damos, como panfletos o stikers, que conocer a Cristo.  No importa, es el comienzo para que hablemos de Cristo y esta es la atmósfera apropiada para compartir el evangelio. La atmósfera estará llena de testimonio por Cristo, y  usted verá a Dios moverse con poder. Nosotros hemos visto en restaurantes, a muchas personas encontrar a Cristo en segundos. Yo espero que a usted le guste el ejemplo siguiente, que surgió cuando estábamos testificando en un restaurante en California, como parte práctica de una clase que estaba dictando allí.

Fuí a una hermosa iglesia en Nipoma, California para enseñar a un grupo de dos diferentes iglesias a testificar en las calles. A medida que me acercaba a la plataforma para hablar, y buscaba el púlpito, me di cuenta que no era cómodo. Yo preferí bajar de la plataforma, y le dije a la gente, que la alfombra sería la calle para mi. Para que vea, yo a veces me siento más cómodo en las calles que en las iglesias. Yo a veces, estoy más en las calles que en mi propia iglesia. Una vez más, yo compartí mi corazón con ellos. Y pudo ver una vez más, como las personas estaban emocionadas y algunos derramaban lágrimas al escucharme. Eran lágrimas sinceras que salían del corazón. Ciertamente Dios estaba compartiendo su amor por los perdidos de esa comunidad.

Yo me sorprendo cada vez que invito a la gente a acompañarme a salir a la calle a testificar, de cuánta gente levanta su mano.  Nosotros oramos por la ciudad y nos quedamos en reunir en un negocio de McDonald, cerca de la iglesia. Cuando estamos todos reunidos en el restaurante, yo les explico lo difícil que puede ser nuestro ministerio. Yo siempre soy un espectador, y debo esperar para ver a Dios ir delante nuestro, y preparar a las almas con las cuales nos vamos a encontrar. Todos los que ya han escuchado lo que Dios está haciendo en calles, están listas para ver vidas cambiadas. Yo recuerdo cuando iba en un avión y estaba orando, Dios me dijo: "¡Debes mudarte! La gente en California están esperándote para comenzar un trabajo en las calles". Parecía como que Dios estaba hablando a mi corazón y decía: "Esa es mi responsabilidad, y la tuya es ir". Mi ministerio depende totalmente del Espíritu Santo para proteger sus vidas y convencerlas de pecado y salvar sus almas.

En McDonald, nosotros estábamos afuera del vehículo, caminamos unos pocos pasos, y hablamos con una señorita que estaba pagando su teléfono. Esta joven mujer se llamaba Genese. A medida que se alejaba la seguimos y le preguntamos. En respuesta a la pregunta sobre su relación con Cristo, ella dijo: "Yo oro. Yo oro todos los días". Oh, yo escucho eso frecuentemente! Yo le pregunté si ella conocía a Cristo y si El estaba en su corazón.  Ella dijo: "Yo creo en El". Yo seguí hablándole y le pregunté si ella estaba viviendo para Cristo. Ella reconoció que estaba perdida y sin Cristo. El testimonio y la ayuda del Espíritu Santo, hicieron que ella recibiera a Cristo. Nosotros le leímos Romanos 10:9-10 y ella rápidamente decidió volver a Cristo. A veces las personas aceptan a Cristo en menos de un minuto. ¡Dios es muy bueno! 

Fuimos a McDonald y antes que yo me pudiera sentar, un cliente me llamó a su mesa. Yo sabía que Dios estaba haciendo algo nuevamente. El se movió rápidamente. Yo llamo a ese evento, explosión en el Espíritu cuando Dios se está moviendo. Yo he visto suceder esto muchas veces en las calles. Algunas veces, esto sucede mucho más rápido de lo que nosotros podemos imaginar. Inmediatamente, yo tomé una silla y me senté en su mesa, y le pregunte familiarmente, ¿En que le puedo servir?" Ellos estaban curiosos por la inscripción de mi camiseta. Yo les dije que era un logotipo cristiano, y les di una calcomanía a cada uno de ellos con el mismo logotipo. Antes que eso sucediera, unos miembros de una banda, me preguntaron qué llevaba en la bolsa.  Se sorprendieron cuando les mostré que eran unos panfletos y algunas Biblias y calcomanías cristianas que yo usaba para predicarles el evangelio a ellos. Ciertamente Dios puede responder a cualquiera que tenga curiosidad, y ahora había arreglado para que yo estuviera en esa mesa. Los que me acompañaban de la iglesia, se sentaron en otras mesas a mi alrededor, y esperaban que Dios se moviera con poder, y Dios lo hizo.

También hablé con una jovencita sobre la necesidad de tener una relación personal con Cristo, y me dijo que ella se había alejado de Dios por haber caído en pecado. El Espíritu Santo ya había comenzado a obrar en su vida, e inmediatamente se reconcilió con Dios.  Su nombre era Alyssa. Ahora, puedo decir que tengo nuevos amigos en California y varias personas se entregaron  a Cristo. Desde que llegamos a ese restaurante de comida rápida pasaron más o menos diez minutos y dos personas se entregaron a Cristo. ¡Gloria a Dios! El se mueve siempre en medio de aquellos que están velando y atentos.

Seguidamente, yo hablé con el pastor que el Espíritu Santo me había guiado a llevar a dos personas a los pies de Cristo, y le pedí que me siguiera, para mostrarle quienes eran. Le mostré a la jovencita y al hombre que aceptaron a Cristo, y le dije que no era posible que Dios nos permita ganarlos para Cristo, y después los perdamos. Nosotros esperamos afuera que ambos salieran de ese lugar. Pudimos hablarles e indicarles sobre las actividades de la iglesia y cómo seguir creciendo en la fe. Mientras esperábamos, una jovencita se paró cerca nuestro, y yo comencé a hablarle si conocía a Cristo personalmente. Como ella tenía que esperar por un pariente, tuvimos suficiente tiempo para hablar con ella.

Le preguntamos sobre como era su relación con Jesús. Ella había crecido en una iglesia, pero nunca había conocido a Cristo personalmente, y hacía muy poco tiempo que había decidido alejarse de la iglesia.  Ella parecía que estaba preparada para comenzar una nueva relación con Dios. Le mostramos las Escrituras y le aconsejamos re-consagrarse nuevamente, y entregar su vida a Cristo. Su nombre era Regnal. ¡Gloria a Dios, porque ese día ella fue llamada por Cristo¡  Ella nos preguntó por el nombre de nuestra iglesia, y si ella podía visitarnos.  Le presenté al pastor de la iglesia que estaba parado junto a mi. El pastor la saludó y le habló más de Jesús y de cómo seguir la vida cristiana. Regnal  parecía estar disfrutando la conversación y también de saber los horarios de las actividades de la iglesia. Aceptó la invitación y prometió ir a la iglesia. ¡Que gozo fue tener a muchos miembros de esa iglesia y también al pastor testificando en las calles!

Nosotros conocimos a una persona más ese día. Era el cajero. Nosotros hablamos con ella, y ella se sentía perdida. Ella reconocía que necesitaba  conocer a Cristo. Parecía que no íbamos a tener el tiempo suficiente, y que otro cliente se iba a acercar a la caja registradora. Nosotros le presentamos a Cristo lo más rápido posible. En medio de todo eso, Dios se estaba moviendo. Aunque no tuvimos tiempo para orar, pude presentarle a esa chica al pastor, y quedaron en venir con su esposa otro día, con más tiempo, para poder seguir hablando de Cristo.  Si, esto fue lo más inusual, pero Dios así lo dispuso.

Este era el final de un día de testimonio, y estamos muy emocionados con los que Dios había echo a través nuestro. Era realmente maravilloso ver como el Espíritu Santo nos había guiado a llevar a Cristo esa vidas en ese restaurante.

Veredas y Calles

Testificar en las calles es mi ministerio favorito. Cuando usted encuentra a alguien en la calle, ellos están fuera de su ambiente natural y están más abiertos para escuchar.

Nunca se permita tener miedo cuando salga a dar testimonio. Cuando usted se encuentre en un lugar, recuerde que usted está allí por la razón más importante que existe sobre la tierra.

Romanos 1
16
 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

Una noche, estábamos testificando en un Parque, y unos jóvenes varones que se identificaron como pertenecientes a una banda, nos contaron una historia que jamás olvidaré. Cuando ellos eran miembros de una banda y no nos conocían, se alegaban que nosotros éramos intrépidos por estar testificando en el Parque a la noche. Ellos nos contaron que una camioneta blanca que de vez en cuando pasaba por el Parque, abría sus ventanas y les tiraban panfletos evangelísticos. Los miembros de la banda decían: "Creo que ellos se deben sentir más seguros así”. Podrá ser que tirar tratados evangelisticos de una camioneta es cumplir con la Gran Comisión. Su testimonio nunca será efectivo, sino es personal y comparte su amor con la gente.

Otra noche en el mismo Parque, un hombre estaba andando en bicicleta por el Parque. Yo le dije algo al hombre, y el paró. Cuando yo extendí mi mano hacia él, note cuán blanca era su mano.   Parecía que tenía un polvo.  Vi su rostro, y parecía cansado, a la par que me daba su mano. También tenía blanco desde el cuello hacia abajo. Entonces, me di cuenta que tenía cocaína en su nariz.  Yo sabía que el estaba drogado, no obstante le tomé la mano y lo salude.  Le dije, cuánto lo amaba Dios y que lo quería ayudar, y si me permitía hablarle de Jesús y Su evangelio. Su nombre era Carlos.

El estaba preparado para oír el mensaje del Evangelio y orar conmigo para aceptar a Cristo esa noche. Yo siempre recordaré al hombre con polvo de cocaína en su mano. Yo lo he vuelto a ver en varias oportunidades, y siempre va con un pequeño Nuevo Testamento en su mano.

Una noche, yo iba a cargar nafta a una Estación de Servicio, y se me acercó un hombre y me pregunto: ¿Usted se acuerda de mi?  Yo le pregunté: ¿eres Carlos verdad?”. El estaba muy contento y muy cambiado, yo casi no lo hubiera reconocido. El lucía como una persona muy diferente ahora. El se alegró mucho que yo lo recordara. Al poco tiempo de ese encuentro, me enteré que Carlos murió, y supe que Dios había preparado ese encuentro. ¿Qué hubiese pasado si yo no hubiese hablado con él en el Parque esa noche? ¿Carlos, habría tenido otra oportunidad de conocer a Cristo? Yo creo que Dios amó tanto a Carlos que envió a Su Hijo para morir en la cruz por sus pecados—tanto como murió por sus pecados también. Cuando testifique, nunca se fije en la condición en la que se encuentran las personas. Deje que Dios lo use para llevarles el evangelio glorioso de Cristo.

Casi un año después de la muerte de Carlos, en ese mismo Parque yo guíe a una joven mujer a Cristo. Esa noche, yo pensé que iba a ser una noche común de testimonio, y que nada especial ocurriría.  Pero cuando le di el Nuevo Testamento, ella lo miró, y me dijo: "Mi padre llevaba uno igual por años y lo leía todos los días.  Y también tiene una calcomanía igual que esta. Yo le pregunté por el nombre de su padre, y me dijo: Carlos. "Ella lloró cuando supo que la misma persona que le hizo aceptar a Cristo a su padre, era la misma persona que ahora le estaba haciendo aceptar a Cristo a ella. Ella me dijo que su padre nunca se separó del Nuevo Testamento que yo le di. Ella me dijo que quería estar capacitada para dar testimonio en las calles como yo, y que leería el Nuevo Testamento para prepararse. Yo supe que Dios había preparado esa noche especial para que yo me encontrara con la hija de Carlos. Era obvio que Dios estaba en control de todas las cosas.

Los Bares y Club Nocturno

Nosotros no recomendamos que cualquiera dé testimonio en bares y lugares nocturnos, ya que se sentiría fuertemente tentado por el ambiente.  Yo he escuchado historias de algunos que habían salido de la vida nocturna y volvieron a testificar a los mismo lugares que frecuentaban, y cayeron en pecado nuevamente. Por lo tanto, si usted quiere ir a testificar a los lugares nocturnos, asegúrese que usted ha recibido un llamado especial de Dios para dedicarse a ello, y que no ha salido recientemente de ese tipo de vida. Este es un ministerio muy diferente y algunas veces puede ser pacífico, y otras muy explosivo. Mientras esté testificando en un bar, es bueno que usted no juzgue a nadie. Sus palabras pueden ser mal interpretadas y producirán resistencia. Cuando entro a un bar a dar testimonio, trato de escoger a alguien primero, y luego me acerco a esa persona despacio y seguro. Siempre trato de darle testimonio a uno por vez. Si usted trata de hacerlo rápido, llamará mucho la atención, y lo más seguro es que le pedirán que se vaya. Yo nunca pido nada en un bar, y tampoco pretendo que alguien me invite. Si usted muestra muchos tratados o material evangelístico en un bar, seguramente lo invitarán a irse del lugar. Nunca discuta con algún borracho o trate de razonar con ellos porque están en el bar. Solamente vamos a hablar de Jesús y no sobre sus hábitos o problemas.

Respete la Autoridad y la Propiedad Privada

Ocasionalmente cuando testificamos en lugares público, siempre encontraremos leyes o reglas y también a personas que están encargadas de hacerlas cumplir. No obstante, usted esta haciendo el bien al testificar en lugares públicos, por lo tanto usted deberá respetar y cooperar con las autoridades locales. Nunca se ponga a discutir con una autoridad, ni trate de transgredir una ley. La policía está en algunos lugares para guardar la paz y transmitir seguridad. Eventualmente, si usted tiene algún problema con la autoridad, lo harán salir del lugar y seguramente citarán a su pastor para arreglar cualquier mal entendido con la policía.

Dar testimonio, también significa vivir en paz y en armonía con las autoridades locales. Yo recuerdo al soldado romano que entendió el mensaje de Jesús y su autoridad.

Mateo 8
Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará.

9 Porque  también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mí siervo: Haz esto, y lo hace.

10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.

Nosotros, debemos siempre cooperar con los dueños de tiendas o autoridades que nos piden que salgamos. Algunas veces muchas personas dando testimonio en un mismo lugar puede generar desorden. Las autoridades locales, siempre están preocupados con la gran concentración de gente, de noche, en un mismo lugar.

En mi experiencia, pocas veces me han hecho salir de un lugar donde estaba testificando.  Sin ninguna excepción siempre he cooperado con las autoridades locales. Generalmente los dueños de bares no quieren tener gente testificando allí, porque atenta contra su negocio. Si entra muchas veces a un bar, y lo reconocen, terminarán por prohibirle la entrada. Los bares son lugares privados, y usted debe cooperar con sus dueños en no causar molestias. Los bares suelen estar en lugares muy malos, yo le explico al dueño que estoy haciendo allí, y le pido permiso para repartir literatura o algunas calcomanías, y dar mi testimonio brevemente con los clientes, y que estaré atento, para cuando él quiere que yo me vaya.

Yo estaba testificando una noche en uno de los peores bares de mi zona, donde todas las noches hay peleas por drogas. No obstante, la noche que decidimos ir, había como quince personas jugando en la Playa de Estacionamiento y otras personas más cerca de la puerta. Yo fui hacia la puerta, y el portero no me dejó entrar, Yo le dije que yo debía entrar a hablarle a la gente que Dios me habia guiado hacía allí y que yo debía obedecer. Pedí hablar con el gerente. El me hizo pasar, y el gerente autorizó a todo el grupo a entrar. Yo no podía creer que el nos hubiera autorizado a todos a entrar. Nos dio solamente quince minutos para dar nuestro testimonio y salir. Yo le agradecí a Dios que nos haya hecho caer en gracia con ese hombre para poder hablarle a toda esa gente.  Este fue el tercer bar que yo pude entrar con autorización y tuvimos una hermosa experiencia. Usted puede imaginar, adentro se consumía todo tipo de sustancia. Fue muy triste ver tantas adicciones juntas.  Todos nosotros, esa noche, queríamos ganar gente para Cristo. Dios tocó los corazones de las personas que nos dejaron entrar, y nosotros oramos que lo que dijimos en esos lugares, diera mucho fruto y las personas realmente cambiaran de vida por aceptar a Jesús. Cuando Dios se mueve, sin duda, podemos tener una gloriosa experiencia de testimonio. Con gozo veremos los resultados de Sus manos moviéndose a favor de los perdidos dentro de los bares.

Testificando bajo la lluvia

Hacía pocos minutos que había comenzado a llover cuando estábamos testificando en la calle. Nosotros no permitimos que el tiempo nos detenga cuando salimos a testificar. Nosotros simplemente salimos a testificar donde la gente está. Usted puede ir con su equipo a testificar: a tiendas de lava ropas, Estacionamiento de Ómnibus, Aeropuertos, Centros comerciales, o lugares de recreación. Todos esos lugares son desafiantes y emocionantes. También nosotros hemos tenido grandes cosechas en zonas muy pobres. La mayoría de la gente pobre encontrará muy extraño que usted se interese sinceramente por su bienestar. Estaciones de Ómnibus o zonas de Lavanderías se puede encontrar a mucha gente pobre con gran necesidad. Nosotros encontramos que Jesús se movía siempre hacia donde estaba la necesidad y todavía lo quiere hacer hoy día. 

Mateo 9
35
 Recorría Jesús  todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo 

36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tiene pastor.


37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.

 Lección Once

Grupo de  Discusión
Considere los diferentes lugares por donde usted anda diariamente para dar testimonio de Cristo. Conozca las oportunidades y considere cuales pueden ser las mejores formas de presentar el Evangelio en esos lugares.

Estudio Bíblico
Estudie las Escrituras y encuentre los lugares dónde Jesús compartía con la gente.

En Juan 4:6-14 ; En la tumba Mateo 8:28-34; Al lado del mar Mateo 13:1-9; En los caminos Hechos 9:1-5; En la sinagoga Lucas 4:16-21

Tareas Opcionales
1. Testifique en las calles de su ciudad.

Richard C. Hobbs, Evangelist Mercy Street Ministries, http://www.mercystreet.com/espanol/1.html


 
 
   
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis